"¿Puedo sentarme como tú y pasarme todo el día sin hacer nada?”
El cuervo respondió:
"Claro, ¿por qué no?"
El conejo se sentó en el suelo, y descansó. Repentinamente, apareció un lobo, saltó encima del conejo y se lo comió.
Moraleja: Para estar sentado sin hacer nada, debes estar muy, muy alto.
Fuente: http://www.liderdeproyecto.com/humor/11-el_arte_de_no_hacer_nada.html
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